Con una actitud linda, una sonrisa cálida, un cabello perfecto y muy pendiente de su pequeño, que se encontraba alrededor de ella, es como inició la entrevista con Cynthia.

Enamorada de su trabajo, lo hace todos los días; versátil en gustos, disfruta hacer lo que sea, es amante de viajar y conocer lugares nuevos, siempre que tiene oportunidad corre a la playa, laguna o lugares desconocidos.

Su pasión es cambiar la seguridad de las mujeres a través de su cabello. Con pesadumbre le ha tocado observar cómo llegan a su salón mujeres inseguras de su belleza, con el cabello corto y color que no es de su agrado, y/o con la autoestima baja por el mismo motivo. Volviéndose un reto para ella, logrando que de ahí salgan mujeres diferentes, con actitud positiva y fuerte, con sonrisas en sus rostros e incluso
una postura distinta a la que tenían cuando llegaron. La sensación que tiene en su mente y corazón al ver el cambio positivo que generó en esas mujeres es indescriptible para ella.

“Una mujer que cambia su cabello, está cambiando su vida”.

Su mayor fuente de inspiración son sus hijos, ellos son la razón por la que Cynthia pone toda su energía en lo que hace, por los que tiene ganas de lograr más, además de querer ser una mejor persona y profesional.

Su gusto por el cabello nació a los 18 años, cuando comenzó a colaborar en un salón, como recepcionista y se dio cuenta de todo lo que hay detrás de un trabajo bien hecho, así que decidió poner manos a la obra y comenzar ella. Lo más complicado para Cynthia fue iniciar su salón, ya que tenía muchos nervios, dudas sobre si funcionaría o no, pero una vez que comenzó, le tomó más amor a lo que hace y a partir de ahí las cosas fluyeron naturalmente. Además que anteriormente estaba en su zona de confort ya que atendía en su casa.

Un consejo que ella da a todas las personas que desean emprender es: “Ama lo que hagas, para que disfrutes y no lo sientas como trabajo”. Con gusto cuenta que ha pasado días completos de pie trabajando en el cabello de sus clientas y al finalizar, ni siquiera se había percatado de la hora, debido a que ama su trabajo y no lo ve como tal.

Aunque Cynthia abrió su salón 4 o 5 meses antes de que la pandemia iniciara y hubo varias personas que le hacían comentarios como: “No vas a poder abrir y apenas te estabas dando a conocer” o “Mejor cierra”, pero aunque los escuchaba frecuentemente, ella nunca se dejó desanimar y pensaba: “Me costó mucho trabajo dejarlo bonito y tal cual yo quería, con el servicio que yo quiero brindar, así que no puedo cerrar”. Así que comenzó a trabajar bajo cita y el día de su primer aniversario ella ya estaba haciendo la reinauguración de su salón que ya estaba ampliado.

Al año y medio de iniciar con su salón, ya estaba cambiándose de ubicación ya que el espacio con el que inició y que posteriormente amplió ya no era suficiente para atender a todas sus clientas. Actualmente su salón se encuentra en una casa en la cual ya tiene áreas diferentes y especializadas para brindar comodidad a todas.

Hoy además de atender en Tepic, también tendrá la oportunidad de seguir cambiando cabelleras en la ciudad de Guadalajara, Jalisco. Está terminando de afinar los últimos detalles de su salón en Zapopan.

En el futuro se ve al menos con 3 salones reconocidos en diferentes ciudades, entregada a sus hijos, viajando y disfrutando de todo lo que ha logrado, con personal altamente capacitado y dando más cursos a lo largo de la república.

Cynthia sabe perfectamente lo que quiere, ama su trabajo, le encanta aprender y compartir sus experiencias buenas pero sobre todo las no tan buenas para que sepan lo que no se debe hacer y no les pase.

Un consejo que ella ahora con su experiencia podría dar a sí misma de pequeña, es “Anímate ya, entre más temprano comiences es mejor, todo se puede y no te dejes llevar por tus miedos o inseguridades”.

La forma en la que ella les da poder a todas las mujeres es motivándolas, animándolas a hacer lo que sueñan y diciéndoles las palabras correctas: “Adelante, empieza, tú puedes con ello, échale ganas”, agregando que todo lo que no funciona es una experiencia ganada que sirve para no repetir errores y si funciona es un triunfo, en ambas formas estás ganando.