Con un saludo energético y efusivo es como nos recibió Saricarmen, lista para abrirnos su mente y corazón, para iniciar con su entrevista.

Una mujer inquebrantable, resiliente, positiva al máximo, con una enorme fe y siendo su marca JASÚ, es como se define a Saricarmen. Apasionada por hacer lo que le gusta, por trabajar, ser feliz, conectar con la gente, innovar, compartir con otras mujeres el cómo sí se puede lograr todo si se tiene buena actitud y fe; por planear, visualizar la meta y disfrutar el camino hacia ella.

“Claro que sí, cómo no, con mucho gusto. ¡Vámonos!”, es una frase que la caracteriza y le trae un gran recuerdo, pues la dijo la primera vez que un cliente se acercó a ella con un pedido grande de más de 2,000 piezas.

Su inspiración a diario es seguir haciendo lo que le apasiona y disfrutarlo, seguir cumpliendo sueños compartir la vida con su hijo y su pareja. La vida misma la inspira, las personas que la rodean, su familia, la gente que se acerca a ella por alguna razón, seguir disfrutando de la vida que soñó y lograr todos aquellos objetivos que tiene claros desde el inicio de su empresa.

Un test vocacional fue lo que la llevó a encontrar su pasión y elegir su carrera (es Lic. en Administración de Empresas y tiene una maestría en el mismo tema), para desenvolverse perfectamente y desarrollarla. Desde pequeña tuvo el gusto por las ventas y vendía lo que tuviera a su alcance, así que al querer emprender un negocio, solo tenía que identificar qué de-seaba ofrecer a los clientes.

Las mujeres que inspiran a Saricarmen son todas aquellas que tienen a su cargo grandes empresas, que las van liderando y las llevan por un buen camino. Aquellas que llegan a posicionarse en el nivel que ellas soñaron, las que van puliendo sus aptitudes y actitudes para seguir escalando, aquellas que la animan a preguntarse: ¿Qué están haciendo?, ¿Cómo lo hacen?, ¿Qué leyeron? o ¿Qué curso tomaron?

Desenvolverse en un mundo empresarial, para Saricarmen ha sido un reto, que hoy en día parece ya no serlo, ya que desde el inicio de su empresa cuidó tanto los detalles para comenzar con buenos cimientos, que hoy todo es más sencillo. Desde el día uno ella ya contaba con uniforme, tarjetas de presentación y facturación, cosas indispensables que a veces parecen no ser tan importantes cuando se emprende un negocio, pero sirven para sentir seguridad de ti mismo y tu negocio.

Como empresaria, siente seguridad y gusto al ir creciendo con sus clientes, ver que aquellos que al inicio le compraban dos uniformes, hoy le compran más de 50, dando a notar que ambas marcas han avanzado y lo han hecho de la mano.

Además de sentirse orgullosa de contar con la confianza de sus clientes que se encuentran en el extranjero y solicitan sus servicios.

Aunque el trabajo es mucho, jamás ha descuidado su vida personal y a su familia, buscando el equilibrio de ambas partes, siempre respeta los horarios de JASÚ y de Saricarmen. Ella es apasionada de su empresa, porque le ha dado todo.

Crecimiento personal a través del control de emociones y la toma de decisiones para dirigir la empresa. Ella escribió las políticas y valores de JASÚ, así que debe ser congruente con ello, aceptando la responsabilidad que tiene al vivir su marca.

El futuro es prometedor, se ve siendo más exitosa y con al menos cinco sucursales en diferentes estados de la república, plena, estable en todos los ámbitos de su vida, feliz disfrutando de todo lo que ha sembrado, trabajando, con un enorme trailer repartiendo sus uniformes, ayudando a muchas personas y creciendo junto a sus clientes. De manera personal, se ve espiritualmente en paz, haciendo el bien para aquellos que se acercan a ella; sueña con tener una fundación JASÚ y cortando el listón de ella.

Si Saricarmen pudiera darse un consejo a sí misma a los 15 años, diría: “¡No pierdas la fe!, siempre la has tenido, no la pierdas. Dios estará para ti, como siempre lo ha estado” , mientras la toma de las manos.

Este consejo viene desde el corazón y su experiencia, ella nos comparte que a diario tiene mensajes de Dios que ya sabe identificar rápidamente y que a los 15 años no hubiera entendido.

Para Saricarmen en un mundo ideal, las mujeres serían conscientes de lo que son capaces de lograr, de su valor como personas, de lo lindas que son y cómo se ven. Merecedoras de lo mejor y jamás conformes con “lo que les tocó”, sino yendo por más y enfrentando todos sus miedos, para que lleguen a donde sueñan llegar. Reconociendo que son buenas para muchas cosas y siendo feliz con ello, dejando de pensar “pero quisiera ser…”, finalizó Saricarmen.