Visualiza tu negocio a futuro, ten en cuenta que la marca que hoy registras será lo que tu consumidor va a comprar y te permitirá posicionarte en el mercado.

En un sentido amplio, la propiedad intelectual se relaciona con las creaciones de la mente humana: invenciones, obras literarias y artísticas, así como también símbolos, nombres e imágenes utilizadas en el comercio. En México, al igual que en muchos otros países, la propiedad intelectual comprende dos categorías: Propiedad Industrial y Derechos de Autor.

En este caso hablaré de la Propiedad Industrial, un tema por demás interesante principalmente para los emprendedores que de pronto tienen una idea de negocio y quieren darla a conocer; pues bien la Propiedad Industrial es un derecho patrimonial de carácter exclusivo que otorga el país por un tiempo determinado para explotar comercialmente y en su territorio nacional, en este caso pueden ser signos, símbolos, nombres e imágenes usadas en el mercado. En México la institución gubernamental que se encarga de administrar y proteger jurídicamente estos derechos es el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, mejor conocido como el IMPI, en otras palabras, este instituto es el registro público de las marcas.

Con datos de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, hasta el año 2019 los principales países productores de marcas en el mundo son: China en primer lugar con más de siete millones de solicitudes de marcas registradas, seguido por los Estados Unidos con poco más de seiscientas cuarenta mil y Japón con casi cuatrocientas mil marcas; nuestro querido México ocupa el lugar número quince en el ranking mundial con poco más de ciento cincuenta mil marcas registradas, de las cuales un tercio de ellas son solicitudes de registro presentadas por extranjeros. Otro dato interesante es que la Propiedad Intelectual aporta cerca del veinte por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en el país, genera el catorce por ciento de los empleos a nivel nacional y cerca del quince por ciento de las importaciones y exportaciones son a través del mercado que tienen marcas registradas.

Como podemos ver, en la mercadotecnia moderna, las marcas forman parte insustituible de los negocios de la actualidad, puesto que aportan elementos que los distinguen de los demás con el fin de darles a las empresas una identidad y reconocimiento en el mercado a través de marcas bien posicionadas en la mente de los consumidores de bienes y servicios. De acuerdo a la nueva Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial, publicada en julio de 2020, se entiende por marca todo signo perceptible por los sentidos y susceptible de representarse de manera que permita determinar el objeto claro y preciso de la protección, que distinga productos o servicios de otros de su misma especie o clase en el mercado. No hay duda que las marcas han nacido para ser vistas, por lo que resulta imprescindible que el signo se materialice, que se haga visible y se manifieste en el exterior.

En virtud de esta función diferenciadora, la marca protege a los consumidores, quienes al identificar el origen y la procedencia del producto o servicio de que se trate, evitan ser confundidos o engañados. La marca representa el origen empresarial del producto, sus características, el grado de su calidad, el prestigio o buena fama del producto o servicio de que se trate.

En México se pueden registrar diferentes tipos de marcas entre las que se encuentran las marcas nominativas que pueden constituirse de letras, palabras o números o signos ortográficos que auxilien a su lectura, por citar un ejemplo la palabra “NIKE”; las marcas innominadas que pueden ser constituidas a partir de figuras, logotipos o diseños, no contienen letras o números, que continuando con el ejemplo podemos mencionar a la famosa “palomita” de la marca de tenis fundada por Phil Knight; marcas tridimensionales, como son los empaques o envases, o cualquier forma o presentación de los productos, un clásico ejemplo de este tipo de marcas la encontramos en la famosa botella de refresco de cola; y la marca mixta que es una combinación de cualquiera de las marcas anteriores. 

Con la nueva Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial se amplió la protección de marcas, a los signos holográficos, a las marcas sonoras y olfativas; también a aquellas marcas que contienen elementos de imagen, incluidos el tamaño, el diseño y el color entre otros. Éstas marcas no tradicionales, son uno de los elementos más innovadores para que los creadores y emprendedores den valor agregado a sus servicios o productos mediante signos perceptibles por los sentidos que no solamente sean visibles.

Un claro y reciente ejemplo de marcas no tradicionales que podemos mencionar son el registro de marca sonora a Grupo Gran Café de la Parroquia de Veracruz quien registró el sonido que produce una cuchara que golpea tres veces el vaso de vidrio del café; o también la marca olfativa de Hasbro Inc, quien registró el característico olor dulce con una fragancia de vainilla, cereza y el olor natural de la plastilina basada en harina de trigo de Play-Doh.

Obtener un derecho legal para poder explotar tu marca a través del título de registro de marca, conlleva que el producto o servicio se posicione en la mente del consumidor y tenga una mayor participación en el mercado, asimismo impide que los competidores desleales como los falsificadores, utilicen signos distintivos similares para designar productos o servicios de inferior calidad; el no registrar tu marca ante el IMPI, es estar sujeto en el mercado a que alguien que ya tenga un registro previo de marca, te pueda demandar por estar utilizando en grado de confusión con esa empresa, que sí tiene su respectivo título. 

El ecosistema del emprendedor no se puede quedar atrás, la propiedad intelectual desempeña un papel determinante en la generación de riqueza de las empresas y bienestar social de las personas, a través del impulso a la comercialización de los productos y servicios bajo diversas formas de protección. Es por ello que te recomiendo que te acerques al IMPI al momento de generar tu idea y plasmarla en una parte tangible para que te orienten en el registro de tu marca, los derechos que hay que pagar por el uso de la marca son accesibles y tienen una vigencia de diez años que son renovables; por último es importante señalar que, como ya lo dije, la marca es para explotarse en el comercio, es decir tiene un fin lucrativo, es por ello que cada tres años se debe de refrendar el uso de tu marca, de lo contrario se puede perder el registro. Visualiza tu negocio a futuro, ten en cuenta que la marca que hoy registras será lo que tu consumidor va a comprar y te permitirá posicionarte en el mercado.

 

Ramiro Ávila Castillo

Magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Nayarit

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