Ahorrar no significa dejar de gastar, sino invertir en compras inteligentes.

Definitivamente la pregunta “¿Qué tan necesario es el ahorro?” ha tenido diferentes puntos de vista, donde hay quienes argumentan que el ahorro en sí no funciona, y es verdad; si se considera la inflación tendríamos una pérdida económica, o pérdida de poder adquisitivo por el dinero guardado “debajo del colchón”.

Sin embargo antes de sacar conjeturas sin contexto debemos definir exactamente qué es el ahorro. Hablando de una compra, el ahorro sería la cantidad de dinero que evitas pagar al adquirir algo con descuento; si el producto tiene un costo de $10 (diez pesos) y pagas por él solo $8 (ocho pesos), ahorraste $2 (dos pesos).  En términos financieros, el ahorro sería guardar una cantidad de dinero para un fin en específico. Aquí es donde se pone interesante y está la clave de todo.

Pensando en la finanzas personales o de una empresa, ahorrar es captar o acumular recursos para el futuro. Ésta siempre ha sido una manera inteligente de protegerse de baches económicos, tanto para una empresa como para una persona normal;  coloquialmente se dice: “guardar dinero por si se atora la carreta” y un ejemplo de lo que podría suceder si no se ahorra, sería lo que pasó durante  la pandemia global por Covid19, donde muchas empresas quebraron por no tener un plan de respaldo y muchas personas perdieron su empleo. Lo recomendable es contar con liquidez inmediata de al menos 3 meses de los gastos fijos que se tengan, para este fin (ahorrar); así se evita tener que hacer movimientos inesperados como pedir préstamos al banco y pagar intereses por la cantidad de dinero pedida. Lo anterior no quiere decir que los créditos sean malos; un crédito usado como “apalancamiento” y con intereses bajos, puede ser una buena inversión.

Ahorrar ayuda a comenzar a invertir para poner a trabajar el dinero y así, alcanzar la libertad financiera. Entendiendo que el ahorro es necesario, así se puede empezar:

El primer paso es establecer metas claras: ¿Para qué quiero ahorrar? Para ese anhelado viaje, comprar o ampliar mi casa, comprar un carro, para mi retiro, la educación de mis hijos, adquirir un activo para un negocio, o comenzar a invertir. Definir esto es fundamental para poder crear la estrategia que más se adecue a cada situación y persona ya sea física o moral; saber cuanto y cuando lo necesitamos, determinará la liquidez y el instrumento de ahorro que se usará. 

Hay quienes hablan sobre un porcentaje fijo destinado al ahorro, pero no podemos adelantarnos a eso, sin antes medir nuestras finanzas. Es importante que “recordemos que todo lo que es medible se puede mejorar”, así que una forma sencilla de medir nuestras finanzas y flujo de efectivo, para poder definir nuestro ahorro, es ver los ingresos vs. gastos.

El segundo paso será, identificar los gastos (medir nuestras finanzas): ¿Cuánto gastó? y ¿En qué? Separa los gastos fijos (colegiaturas, renta, hipoteca, despensa, créditos, nóminas, agua, luz etc.) de  los gastos que no lo son (gastos hormiga (salidas sociales, ropa, regalos, gustos, etc.), esto para identificar en que se va el dinero y que es innecesario, así poder recortar gastos que no nos acercan a nuestra meta de ahorro. 

El tercer paso es crear un presupuesto y separar mis necesidades de mis deseos, recordemos que tenemos una meta y todo requiere un sacrificio; dejar de gastar en cosas innecesarias como: comer diario fuera de casa en lugar de preparar lunch, comprar un café con mi nombre en lugar de preparar el café en casa, dejar de comprar ropa pensando que “para eso trabajo y me lo merezco”. Hacer compras inteligentes y dejar de comprar cosas que realmente no necesitamos, puede ayudar a llegar antes a la meta. Ahorrar no significa dejar de gastar, sino invertir en compras inteligentes.

Una vez que ya sabemos para qué queremos ese dinero, cuando lo necesitamos y cuánto podemos ahorrar, viene lo mejor: Definir el instrumento de ahorro

Definitivamente algo importantísimo y que los bancos no quieren que sepas, es que tu ahorro debe superar siempre la inflación; así que usar planes de ahorro que generen rendimientos superiores a la inflación o crezcan con la misma, serán siempre la mejor opción para metas a mediano y largo plazo, pero si lo que buscamos es liquidez tendremos que sacrificar los rendimientos.

En resumen, las reservas económicas son sumamente importantes; para una empresa puede significar tener dinero para enfrentar una demanda, aprovechar la oportunidad de adquirir un activo o la compra de mercancía a mejor precio. Para una persona puede significar tener dinero para enfrentar una emergencia (como una enfermedad repentina o la pérdida de su trabajo), aprovechar ofertas para comprar boletos baratos de avión, comprar un carro o poner un negocio.

El dinero nos da libertad, mejora nuestro estilo de vida y nos ayuda a crecer como personas. Usarlo de forma efectiva es una gran responsabilidad, si ganamos $10 (diez pesos) debemos aprender a vivir con $9 (nueve pesos); el problema es que estamos a un clic de adquirir créditos que nos acostumbran a vivir fuera de nuestras posibilidades y esto nos puede llevar a caer en un bache económico. Recordemos que el banco nos puede llegar a cobrar hasta 5 veces más por prestarnos dinero, que por guardar nuestro dinero.  

Ahorrar siempre es una buena opción si lo hacemos de forma recurrente y guiados por un profesional, ésto garantiza que tendremos finanzas sanas. Si lo has intentado y no has podido lograrlo o quieres comenzar a hacerlo, acércate a un profesional para recibir asesoría, no pongas tu dinero y futuro en riesgo. 

 

Daniel Tlapale

Consultor Patrimonial

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