“Si el conocimiento que tenemos, no se comparte con otros, no se podrá crecer nunca” – Israel Ruelas Carrillo

Por Naomi Núñez

Originario de Tepic, Nayarit, Israel Ruelas Carrillo de 31 años es hijo de Graciela Carrillo y José Ruelas, quienes le brindaron una infancia muy feliz, basada en valores, amor y trabajo. Su madre ama de casa y su padre de oficio albañil, le enseñaron con el ejemplo como superarse día a día tanto profesional como personalmente, creando en él una gran motivación para poner empeño en todo lo que hacía, convirtiéndose no solo en un gran deportista sino también en un buen estudiante y ciudadano. 

Inicio en el karate por inducción ya que creció viendo a un par de familiares que se desarrollaban en este deporte y sus padres pensando que debía gastar la energía que parecía ser inagotable, lo llevaron a los 4 años a una escuela en donde uno de sus familiares era el entrenador; ellos al no tener recursos de sobra, el karate les pareció una buena opción para mantener a Israel ocupado, alejarlo de futuras malas amistades y vicios, además de evitar generar un gasto extra en su familia y poder practicar deporte. 

Gracias a dicho deporte ha tenido la oportunidad de conocer la mayoría de los estados de la república mexicana, lugares donde ha competido; por la misma razón conoce lugares como Estados Unidos y Canadá, además de visitar Centro y Sudamérica específicamente Managua (Nicaragua), Quito (Ecuador), Fortaleza y Río de Janeiro (Brasil), Cali (Colombia) y Santiago de Chile (Chile). El poder viajar ha sido una gran experiencia para Israel y cree firmemente que si no fuera por el karate, no hubiera conocido dichos lugares,así que esta también es una de las razones poderosas para seguir en este deporte. 

Resiliencia es una de las enseñanzas que le ha dejado el practicar karate, ya que no siempre se puede estar en la cima y él lo ha comprobado, ya que le ha costó mucho trabajo llegar hasta la cúspide deportiva, pero siempre se presentaba algo y recurrentemente ese “algo” era la parte económica, ya que para poder obtener el apoyo de parte de gobierno o los diferentes patrocinadores, primero se debe figurar como un gran deportista, sobresaliente y prometedor; pero Israel piensa que es muy importante apoyar a los jóvenes cuando van comenzando, creer en ellos y darles confianza. Gracias al apoyo de su familia que aunque no tenía todos los recursos necesarios para solventar los gastos de las competencias de Israel, nunca dejaron de creer en él y apoyarlo, haciendo rifas y otras dinámicas para obtener el dinero necesario. 

Gracias a su compromiso, el de su familia, entrenadores y personas a su alrededor, Israel ha podido obtener cantidad de medallas, como la de oro y la de bronce que ganó en el Panamericano Juvenil de Karate en Montreal o la medalla de plata que obtuvo en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, siendo uno de los atletas más pequeños de la selección. También ha recibido importantes reconocimientos como el Premio Estatal al Mejor atleta del año. 

Y aunque ha habido grandes satisfacciones, también han habido momentos de mucha angustia y frustración en la carrera de Israel, como cuando enfrentaron la enfermedad de su madre y él decidió dejar de entrenar para mantenerse a su lado todo el tiempo. Afortunadamente hoy la sra. Graciela se encuentra bien de salud. 

Con el paso del tiempo, Israel ha aprendido a ver las cosas de manera positiva y cree que la vida pone obstáculos en el camino para conocer qué tantas ganas o ambición tienen las personas, para lograr llegar adonde desean. Una de las grandes pruebas en el camino del joven deportista fue la fractura de peroné, que tuvo en el 2015 mientras jugaba una “cascarita” de fútbol con sus amigos; dicho incidente evitó que participará en una competencia importante, además de dejarlo inactivo en el deporte por año y medio. El pronóstico no era favorable para Israel, ya que los doctores al poner tornillos en su hueso, le dijeron que de ninguna manera quedaría igual que antes y muchos menos podría volver a competir, así que opto por buscar una segunda opinión, la cual fue positiva y tras un tiempo recuperándose, pudo regresar a competir y ser el mejor de México en karate. Estos dos momentos en su vida sin duda fueron las pruebas más grandes que Israel tuvo, tanto en su vida personal como profesional. 

En la carrera de casi cualquier deportista, lo más complicado es conseguir recursos estatales por parte del gobierno, ya que por lo regular se apoya al que ya está realizado, en lugar de apoyar al joven que va iniciando que quizás es la etapa en la que más lo necesita. Hoy en día, hay una buena administración en el deporte y todos los competidores que representan a Nayarit, consiguen recursos por medio del Instituto Nayarita de Cultura Física y Deporte, donde se les apoya a los deportistas con implementos deportivos, uniformes, transporte para las competencias y todo lo necesario para representar dignamente al estado. Además también hay empresas que desean apoyar a los jóvenes deportistas y siguen en la busca de otras más, que quieran sumarse a patrocinar a los que van a competir de manera internacional, representando a México.

Hoy Israel no solo es un excelente deportista, también es Licenciado en Cultura física y Deporte, además está estudiando el último semestre de la carrera de derecho en la Universidad Autónoma de Nayarit. Tiene una escuela de karate que es parte del Instituto Nayarita de Cultura Física y Deporte,  donde enseñan a alrededor de 130 alumnos y él es entrenador titular de la selección de karate; ahí se busca no solo la excelencia deportiva, sino también que sean buenos ciudadanos y principalmente alejarlos de adicciones, tratando así de salvar un poco a la sociedad y dejar un buen legado. 

En el futuro desea continuar con la academia de karate y le gustaría emprender un proyecto para enseñar karate no solo para Tepic, si no también para otros municipios donde los niños que no cuenten con los recursos necesarios para poder acceder a una escuela privada de este deporte, puedan recibirlo de manera gratuita, como un derecho de todos los niños y tengan la oportunidad que él tuvo de pequeño.