Para lograr tener buena salud, es necesario no enfocarse solo en el bienestar físico.

Enero es un mes cargado de retos, podemos visualizarlo como una página en blanco para llenarla con nuevas experiencia de vida, es una oportunidad de renovarnos de energía, y tener nuestros mejores propósitos, sin duda uno de los cuales se pone en manifiesto sobre todo en estos últimos años de pandemia, es tener una buena salud y mantenerla en óptimas condiciones. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS), define a la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Considerando este concepto debemos tomar en cuenta que para lograr tener esa buena salud, tenemos que enfocarnos no solo en el bienestar físico, si no en lograr equilibrarlo con un bienestar mental y social, es decir:  no solo es fijar el propósito en realizar dietas estrictas y bajar de peso, debemos enfocarnos en  adquirir hábitos que permitan tener una alimentación saludable, realizar actividad física,  considerar actividades que den paz mental y el poder  sociabilizar, algo que se ha complicado en tiempos de pandemia. 

Es indispensable activarse, que se fijen metas pero sobre todo que estas sean  alcanzables, la OMS recomienda realizar 150 min de actividad física que se pueden adaptar en la rutina diaria, se puede iniciar caminando y poco a poco subiendo la intensidad. Se puede iniciar a fijar una meta que podría ser 20 min diarios, recordando que cuanto más movimiento se realice y a mayor intensidad, más beneficios verán en la  salud. 

No olvidar la hidratación,  el agua es fundamental para la vida y la salud, gracias a su presencia, el cuerpo humano puede llevar a cabo los procesos biológicos, estructura el sistema circulatorio y distribuye nutrientes hacia todo el cuerpo. Tomar alrededor de 2 litros de agua al día, podría ser uno de los mejores hábitos que se puedan adquirir para cuidar la salud.

Para este nuevo año, otro hábito que se debe considerar es tomar baños de sol, ya que estos permiten sintetizar vitamina D, la cual ha retomado importancia en tiempos de pandemia, ya que muchas personas debido a la escasa exposición solar (mucho tiempo en casa o en la oficina), han manifiestan un  déficit de esta vitamina, que en su ausencia puede aumentar el riesgo de osteoporosis y fracturas óseas.

Sin duda alguna todo esto lo se debe acompañar de una alimentación saludable y para lograrlo se debe iniciar reflexionando sobre cuáles son los hábitos de alimentación que cada uno tiene, tanto buenos como malos, así como en las cosas que desencadenan que se coma en forma poco saludable; ir sustituyendo los hábitos alimentarios poco saludables por los que sí lo son, así como reforzar los nuevos hábitos día a día. 

Y por último dormir bien, el sueño también afecta al estado de ánimo. Si no se duerme lo suficiente, se hace presente la irritación en la actitud, afectando directamente en el comportamiento y relaciones sociales.

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Dra. Zamira Hernández Águilar

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