Spiderman, un héroe más humano que súper.

Spiderman podría parecer un tema para la hora del recreo en una primaria, mientras juegas con sus figuras de acción e intercambias estampillas coleccionables de sus secuaces y enemigos con los que se bate cotidianamente; pero si expandimos nuestra perspectiva, podremos verlo como el fenómeno en el que se ha convertido: un superhéroe atípico que ha trascendido del cómic a la televisión, el cine, los videojuegos y hasta a un musical en Broadway. 

Regresemos a 1962, sesenta años de la creación de este personaje, que sin la insistencia y rebeldía de su creador Stan Lee (1922 – 2018), jamás hubiese podido atraparnos en su telaraña. Martin Goodman (1908 – 1992), quien era dueño y editor en jefe de Timely Comics (convirtiéndose después en Marvel Comics), empleó a Stan Martin Lieber, ahora mundialmente conocido por su seudónimo Stan Lee, quien también era su primo político, como el nuevo y flamante editor de la publicación, al cual le encomendó la tarea de crear un nuevo personaje.

Lee, quien ya había tenido éxito en la creación de los Fantastic Four un año antes, le presenta a Goodman la idea de un personaje fuera de la norma. Goodman rechazó rotundamente la visión y el concepto que Lee tenía en mente, diciéndole que era la peor idea que había escuchado en su vida. Lee mencionó repetidamente en entrevistas y conferencias que había tres cosas que Goodman le dijo en esa charla que jamás olvidaría. La primera es que la personas odian a la arañas, por lo que no podía nombrar a un superhéroe “Hombre Araña”; la segunda, que un adolescente no puede ser un superhéroe, sólo un compinche de éste; y la tercera, fue cuando Lee le mencionó que no quería que el nuevo personaje tuviera un gran cuerpo musculoso, ni que fuera un macho popular con las chicas; ya que Lee lo imaginaba como un preparatoriano convencional, delgado y con acné, a lo que Goodman le respondió: “¿No entiendes lo que es un héroe?”.

En aquél entonces, los dos superhéroes más populares eran Batman y Superman; ambos percibidos como semidioses. Adultos poseedores de un físico imponente a quiénes ninguna mujer rechaza. Batman proviene de una familia millonaria, quedando huérfano a una corta edad, razón por la cual decide dedicar su vida y recursos a vengar la muerte de sus padres y combatir el crimen. Spiderman es de clase media y trabaja para poder pagar la renta. Superman nació con sus poderes y también toma la decisión concienzuda de usarlos para el bien. En cambio, Spiderman se convierte en superhéroe por accidente al ser picado por una araña radioactiva mientras también lidia con la adolescencia. Batman y Superman protegen a los ciudadanos de urbes ficticias como Ciudad Gótica y Metrópolis respectivamente, mientras que Spiderman oscila entre los rascacielos de la ciudad de Nueva York, tratando también de balancear su vida y sus deberes. 

Lee no lo sabía en su momento, pero con todas estas características estaba concibiendo (junto a Jack Kirby y Steve Ditko) la fórmula que redefiniría el concepto del héroe en los cómics: uno más humano que súper, con el cual podríamos identificarnos. Uno que se mostrase vulnerable ante las tribulaciones de una vida convencional; que falla repetidamente a pesar de sus habilidades sobrehumanas y buenas intenciones, pero no se rinde. Un personaje carismático que nos atrae a su multiverso para mostrarnos que aunque no todos podamos ser Spiderman, todos podemos ser un Peter Parker.

 

Datos de contacto:

Por: Aníbal Astorga

Twitter: @popcornpalomit

Facebook: @PopcornPalomita

Instagram: @popcornpalomit

YouTube: PopcornPalomita