Una historia que te atrapara y no podrás dejar de verla.

Cine y opinión por Aníbal Astorga

 

La serie The Handmaid’s Tale (2017 – ) o El cuento de la Criada en español, es una adaptación de la novela de la autora canadiense Margaret Atwood que se publicó por primera vez en 1985. Está ambientada en un Estados Unidos de América, ahora llamado Gilead; un lugar extremadamente distópico y teocrático en un futuro no muy lejano. Las tasas de natalidad siguen disminuyendo y las pocas mujeres fértiles que quedan son esclavizadas, torturadas y adoctrinadas para convertirse en criadas (que prácticamente son madres sustitutas de parejas poderosas en las que la esposa no puede tener hijos). Las criadas son mantenidas cautivas en el hogar de la pareja para vivir una vida monótona, donde su único propósito es embarazarse del hombre de la casa y darles un hijo sano, por lo que son violadas cada mes durante su periodo fértil, hasta que se logra. 

Esta historia en particular se enfoca en Offred, interpretada por Elisabeth Moss (quien interpretó a Peggy Olson en Mad Men); una joven que es capturada mientras intentaba huir del país con su familia, y su decisión de luchar por su libertad y encontrar a su hija de la que fue separada. También hay otras caras conocidas como Ofglen, interpretada por Alexis Bledel (Rory Gilmore en The Gilmore Girls), que fue una grata sorpresa verla interpretando un papel más dramático y apreciar su talento; Moira, interpretada por Samira Wiley ( Pussey en Orange is the New Black) y la Tía Lydia, interpretada por Ann Dowd (Patty en The Leftovers), a quien al parecer le gusta interpretar a fanáticas religiosas trastornadas y es fantástica haciéndolo.

Al terminar el primer episodio, es posible que no estemos completamente seguros de qué acabamos de ver. ¿Es terror, drama, ciencia ficción o un documental adelantado a su tiempo? Pero de lo que sí podemos estar seguros, es de que se trata de una serie de gran calidad con suma atención a los detalles. Tenemos una paleta de colores poco saturados que contrastan con otros muy vibrantes, junto con el vestuario y la fotografía; todos estos elementos llenos de simbolismos y para nada fortuitos. También las dinámicas meticulosamente pensadas en este retorcido universo que lo hacen mucho más real, y por lo tanto, bastante perturbador. 

Los personajes son convincentes y genuinos. La actuación es excelente en conjunto; pero la interpretación de Moss como Offred es uno de sus mejores trabajos, si no es que el mejor hasta la fecha. Tan pronto como ves su rostro, sabes que es una buena actriz, pero a medida que avanzan los episodios, te das cuenta de su rango: desde la delicadeza en sus sutiles matices, hasta su feroz intensidad que no cae en la sobreactuación.

The Handmaid’s Tale no podría haber aparecido en nuestras pantallas en mejor momento que el presente. Aunque la novela se publicó hace más de 30 años, es innegable que el actual entorno político, no nada más en los Estados Unidos, sino en el mundo entero, le añade más capas de profundidad. No sólo resuena con las mujeres de todo el planeta, sino también con todos los que sienten que están siendo despojados de sus derechos y ven su libertad amenazada; una libertad por la que tanto se ha luchado a través de la historia y que hoy en día damos por sentada.

Puede tomar un par de episodios el agarrar el ritmo y realmente atraparte, pero después no podrás dejar de verla; de celebrar los pequeños triunfos ante tanta injusticia y de sufrir junto a los personajes. Con numerosos premios en su haber, la quinta temporada acaba de estrenarse, así que si no la has visto, octubre es el mejor momento para ponerte al corriente, ya que no querrás perderte esta creativa, desconcertante, emotiva y poderosa serie.